Virginia completó su look con una coronita de oro viejo con flores, también de Victorio & Lucchino.  Elaborada con flores doradas de talco. El talco es un material que se usaba antiguamente y que sólo lo utilizan unas monjitas de Sevilla.

Doña Virginia y sus hijas, Adelaida y Begoña, vistieron unos trajes maravillosos. La madre de la novia también eligió a Victorio & Lucchino. Se decidió por un vestido de crepé azul océano con con drapeado en la cintura y un recogido delante de pasamanería bordado en piedras.

Adelaida y Begoña se diseñaron ellas mismas sus vestidos y se los elaboraron en un taller de confección de Pilas.

Fall in love!

¡Qué preciosidad de ramo!

El bouquet de la novia fue un regalo de su amiga Leticia. La floristería Las Lilas de Bollullos par del Condado fue la encargada de elaborarlo a base rosas, siemprevivas y paniculata.

Los trajecitos de los pajes y la niña de las flores fue diseñado por Virginia. ¡No os imagináis el estilazo que hay en esta casa!

Los pendientes fueron un regalo de su madre. Eligieron unos pendientes largos con brillantes que finalizaban en una perla. Ideales con la trenza que lució Virginia.

La ceremonia religiosa

La ceremonia religiosa se celebró en la Ermita de Belén de Pilas. ¡Todo un momentazo! ¡No os imagináis la de curiosos que se dieron cita a las puertas de esta iglesia! El pueblo se echó a la calle para vivir de primera mano el enlace entre Francisco y Virginia. Por esta alfombra pasaron todos sus invitados, no cabía un alfiler en la ermita. Todo un desfile de gente «reguapa». Os prometemos que parecía que habían hecho un casting, ¡todos guapísimos y con modelazos!

La madrina iba espectacular. Vestido color oro confeccionado por uno de nuestros diseñadores favoritos, José Luis Zambonino. Ideal la elección de la mantilla de color negro.

El novio vistió chaqué de Alvaro Moreno, de allí salió con todo. Como complemento llevó un reloj precioso que le regaló Virginia en la pedida de mano.

Seating Plan

Cuando vimos esa alfombra de esparto en casa de Virginia sabíamos que teníamos que darle utilidad. Y… ¡Eureka! La usamos para su seating plan.  Para el mesero utilizamos unos cubitos de zinc a los que les clavamos ramitas de olivo.  Además como había mucho verde alrededor de la finca, acompañamos algunos puntos decorativos con flores de colores super monas: lisianthus, margaritas, siemprevivas, sympho, limonium…

De la parte gastronómica se encargó Guadalquivir Catering. ¡Todo exquisito! No es fácil dar de comer a casi 600 personas, así que enhorabuena a este pedazo de catering que tan bien lo hizo.

El corner de los más golosos

Para esta boda creamos tres ambientes diferentes: una candy bar, un buffet de frutos secos y fruta y otro con pastelería.

Todo en tonos rosas y blanco. Al ser una boda en el campo hicimos uso de alpacas. Para decorar las mesas dulces creamos guirnaldas con paniculata. Para nosotras es imposible no meter flores en nuestras mesas. We love it!

¡Todo quedó súper mono y además ríquisimo!

 ¡Y cuando comenzó a amanecer y parecía que la fiesta acababa… ¡COMENZABA OTRA!

¡¡Una fiesta flamenca en la bodega de la familia!!

Para quien no lo sepa Virginia se ha casado con Francisco, alias «Maqui». No se puede cantar mejor que él y tener más arte.

¡Vaya pedazo de pareja simpática y con arte!

GRACIAS