¡Buenos días! Os traemos un nuevo post muy especial. No lo escribimos nosotras, lo escribe nuestra querida Tamara Mariscal, nuestra eterna novia y amiga desde que la que conociésemos hace ya 2 años. El día que Tamara tocó nuestra puerta entró en nuestras vidas para no salir jamás. Tamara y su familia, ya son de nuestra familia. Nuestra relación es estrecha y cercana, y muy sincera, y eso ha hecho que haya pasado de clienta a amiga en poco tiempo.

Escribo estas líneas para mis amigas Lidia y Patricia mientras miles de recuerdos bonitos se agolpan en mi mente. Si empiezo contando la historia del revés, hace pocos meses que en una de nuestras miles conversaciones consideramos el término “Boda Celeb” para describir lo que significa realizar una sesión post boda con un motivo tan honesto: Celeb-rar. Y así lo hicimos, volvimos a celebrar nuestra boda de una forma íntima.

Conversamos largo y tendido de cómo se sienten muchas parejas echando la vista atrás del día “más especial de sus vidas”, donde tanto tiempo y ganas inviertes en que todo salga perfecto, y cuando el momento termina te quedas con una sensación en el estómago de que quizás no fuera como esperabas, y que si tuvieras una segunda oportunidad lo vivirías quizás igual o quizás diferente. Pero, sin duda, alargando cada minuto para vivirlo con la intensidad que se merece.

Nosotros necesitábamos esa segunda celebración para quitarnos una espinita muy importante de nuestro corazón, ya que el día antes de la boda, recibimos una noticia que nos marcó y, muy profundamente, en ese día tan mágico. Afortunadamente el destino nos tenía preparado el mejor regalo del mundo, que se confirmó tras nuestra luna de miel.

Meses después, viviendo felices el nacimiento de nuestro pequeño príncipe Enzo (¿Quieres conocer todos los detalles del Bautizo de Enzo?) quisimos hacernos este regalo por nuestro primer aniversario: nuestra boda celeb perfecta.

Rodeados de nuestra familia en un enclave tan maravilloso como es el Hotel Alfonso XIII, alquilamos el Torreón y las suites para realizar una sesión fotográfica a manos de nuestro queridísimo amigo Alejandro Mármol.

Volví a vestir mi amado vestido de novia de Victorio&Lucchino, un regalo muy especial de mi abuela. ¡Después de haber sido mamá y a tan pocos meses! Por su parte, Adrián lució su traje de Derby 1951 con esa elegancia que le caracteriza.

Del maquillaje se encargó mi adorada amiga Sara, quien con sus manos y sus palabras hacen siempre que me sienta guapa tanto por dentro como por fuera. La peluquería fue obra de toda una profesional como Mariló, quien hizo que mi pelo luciera perfecto con ondas y esa luz especial que le da a sus mechas.

Para realizar la sesión fotográfica elegimos, además de hacer tomas en el hotel, trasladarnos al lugar mágico de Sevilla, el Alcazar, un lugar que me tiene embelesada desde pequeñita, y fue perfecto para ambos, ya que actualmente vivimos muy lejos y añoramos nuestra ciudad.

Vivimos momentos muy divertidos junto a los fotógrafos Alejandro Mármol y su compañero Adrián, bajo la mirada atenta y perfeccionista de Patricia de Weddings With Love, quien más que una amiga es ya parte de nuestra familia, y nos acompañó para que no faltara ni un detalle. Incluso me hizo un precioso ramo de hortensias para las fotos. Además de ser mi Wedding Planner, dama de honor, decoradora y coordinadora de ese día. ¡Es una chica cargada de recursos! Y además, no pudo faltar un profesional como Michel Maraver y su cámara, quien ya estuvo en nuestra boda y también nos acompañó en este gran día.

Tras la sesión, volvimos al hotel a tener ese momento que tanto caracteriza ya a nuestra familia: ¡Las dulces meriendas! Tomamos tartas, macaron y mini cup cakes. Y contamos de nuevo con los mejores de Sevilla en cuanto a pastelería se trata: Ambrosius, con una deliciosa croquembouche y sus afamados macarons  y Ofelia Bakery, con una espectacular tarta con efecto drop y mini cupcakes.

Junto a nuestros amigos, padres, hermanos y nuestro bebé, brindamos por un año cargado de emociones y momentos inolvidables. Y fue esta Boda Celeb la excusa ideal para celebrar que hemos formado nuestra propia familia y que nuestro amor es y será ¡Siempre infinito!

Fdo: La eterna novia, Tamara Mariscal.